POR mucho que a los podemitas se les hinche la vena del cuello, la realidad es que si por algo destaca Inditex es por su modélica lucha para conseguir que todos aquellos trabajadores que forman parte de su cadena de producción tengan garantizados sus derechos. Hay quien habla de esclavitud infantil, por supuesto, sin aportar ni una prueba. Sin embargo, Inditex sí puede presentar muchas, tantas como los resultados de las 11.000 auditorías que solo durante el año pasado realizó a las firmas que participan en su cadena de suministro. Es evidente que si todas las empresas hicieran lo mismo, el mundo sería un lugar mejor.