Una de las incógnitas de estas elecciones es si va a haber algún partido con mayoría para gobernar en solitario. Y aunque no tengo carné de profeta todo parece indicar que difícilmente ningún partido lo logre. De manera que a partir del 11 quién gane las elecciones tendrá que intentar conformar una mayoría que le permita gobernar. Esa responsabilidad no solo recaerá en quién gane sino también en el resto de los partidos. Claro que después de haber visto atentamente el debate electoral, parece que no va a ser nada fácil que entre ellos lleguen a acuerdos.
Ciertamente Rivera se “ofreció”, aunque no se sabe a quién, para que en la legislatura que va a comenzar no haya bloqueos, pero el problema de Ciudadanos es que las encuestas no les auguran buenos resultados por lo que sus escaños a lo mejor no son tan determinantes. También Iglesias insistió a Sánchez de que ellos dos podían y debían entenderse pero el Presidente en funciones no cejo en remarcar todo lo que le separa de Podemos. Y la verdad sea dicha lo que les separa es mucho.
En la fallida legislatura pasada Sánchez no quiso cogobernar con Podemos, y no se le puede reprochar porque habría sido un Gobierno bicéfalo, además con posiciones muy diferentes respecto a las grandes cuestiones de Estado. Y esas diferencias se volvieron a manifestar en el debate electoral. Lo que sí se puede reprochar a Sánchez es que no dijera desde el primer día que no quería gobernar con Podemos y que prefería un acuerdo parlamentario.
Ahora Pedro Sánchez lo viene diciendo: acuerdos con Podemos sí, pero nada de gobierno de coalición.
En cuanto a Pablo Casado se ha cuidado muy bien en rechazar a sus posibles socios,. El líder del PP lo tiene claro: quiere gobernar y para ello sabe que puede necesitar el concurso de Rivera y Abascal, concurso que no piensa rechazar.
Pero dependiendo de los resultados hay otra alternativa para que no se produzca un nuevo bloqueo: que el PSOE saque entre 120 o 140 escaños que le augura Tezanos, y no tenga que pactar con nadie porque le baste la abstención del PP. Una carambola pero que se puede dar.
El resultado es que este domingo acudiremos a las urnas y que sería imperdonable que sea cual sea el resultado los políticos no sean capaces de cerrar acuerdos para que se forme un gobierno. Si esta vez los líderes políticos vuelven a actuar de manera irresponsable, sería de agradecer que las bases de sus partidos les despidan por manifiesta incapacidad como políticos.