El desmadre

Digan lo que digan los interesados, la que está liada en la política nacional no es más que lucha por detentar poder y poltrona.
La existencia de partidillos que diversifiquen el voto para luego juntarse y poder disputarle la victoria a quien la ganó por mayoría de votos, es “de primero de Consejo de la Juventud” (escuela de aprendices de arteras mañas). Sin embargo, a no pocos nos parece que, en la situación actual, el gobierno del partido ganador sin mayoría absoluta, teniendo enfrente una oposición constructiva, controlando y tirando das orellas, sería la más genuina forma democrática de gobernar, sometida al riguroso control parlamentario en lugar de arrollar sin debate, sin consenso, con leyes que otro gobierno posterior dejará sin efecto.
Mas para posibilitar el gobierno de ese “partido-ganador-agarrado por los-hhss-por-la-leal-y-constructiva oposición”, haría falta que se pusiesen de acuerdo dos de quienes Albert Rivera dijo “que no fueron capaces de hacerlo”. No, Rivera, no; ¡no quisieron!
En otra tesitura, sí. Por ejemplo, para hacerle una pilula a Mario Conde cuando temieron su incursión política con el CDS allá en el 2000; por la misma razón, para silenciar en los medios a UPyD e igualmente para frenar en seco el vertiginoso ascenso del PODEMOS pre partido político. Incluso para todas las tropelías que, conjunta o separadamente, hicieron y se taparon, hoy por ti-mañana por mí, a lo largo de estos años de prostituida democracia. Ya se la están haciendo al propio Rivera, no vaya a ser.
Con toda la desvergüenza del mundo y mentirosos, como demuestran los casos surgidos durante el gobierno de los unos y transigidos durante el gobierno de los otros, aplicar el rodillo de una mayoría absoluta, propia o prestada, sólo ha dado lugar a mayor desigualdad social, desaparición de clases medias y aparición de grandes bolsas de pobreza, tal como Cáritas alerta y Montoro, niega. Consecuencia: pillaje y violencia en aumento gracias a la legislación vigente, elaborada y aprobada por nuestros magníficos políticos mientras, mirando para otro lado, se lo montan a manos llenas sin necesidad de ponerse de acuerdo…
En Galicia los que han tenido ya responsabilidades de gobierno se espabilan; unos, para continuar en el pesebre y otros, para regresar a él. Pero más allá de ponerse podres entre ellos y lanzar múltiples “imos facer”, apenas abordan asuntos de los que harían de Galicia un emporio no dependiente y con pleno empleo, siendo como es una región geográficamente agraciada; un polígono “industrial” toda ella, sea en tierra, aire o mar. Bueno, pues por ejemplo: después de un año caliente con el problema del sector lácteo presente en nuestras vidas y ganaderos dejando morir de hambre al ganado, ¿qué sabemos del estado de la causa que origina el conflicto?
En Inglaterra, los granjeros tienen garantizado al respecto un precio justo mínimo. Aquí, ¡que se apañen!, que para eso circularán sobres de las corporaciones, esperando que el ganadero se arruine y abandone. Ya luego nos abastecerán desde Francia, Portugal…, esas mismas corporaciones y con leche de soja, que la producción cuesta menos y el PVP lo fijan ellas, “asesoradas” por ex político recolocado en agradecimiento en consejo de administración. Quienes gobernaron ya, nada resolvieron en su día ni nada, que se sepa, dejaron trazado cuando han tenido oportunidad. Ahora vuelven otra vez con el “imos facer” y los bla-bla-bla.
El número uno del BNG por la provincia de A Coruña carga no sin razón contra las multinacionales. Éstas sólo buscan el beneficio inmediato. No es el negocio ni la ética en la forma de hacerlo lo que persiguen sus directivos sino presentar beneficios todos los años.
Por el contrario, este candidato defiende el comercio de proximidad y el producto local. Ok; pero no se puede olvidar que años ha ya nos vimos en esas y ha sido precisamente la llegada de los grandes centros comerciales ofertando variedad y poniendo al alcance del consumidor lo que no lo estaba, lo que hizo espabilar a un comercio que hasta entonces vivía ensimismado. Algo le debemos los consumidores a la competencia y competitividad que trajeron. Ahora bien, ¿sin normas, límites ni protección hacia la parte débil? Ah!...
Con una jaula de grillos por oposición se impondrá el “más vale malo conocido que bueno por conocer”. También tanta hipocresía y mediocridad instalada en la política y en la sociedad acarreará, la Historia así lo atestigua, su inexorable consecuencia.

El desmadre

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