Un ladrón muy amigo de los bienes eclesiásticos

Hay determinados cacos que son capaces de convertir su delito en todo un arte. Uno de los que se podría enmarcar en este grupo es al que ha conseguido detener la Guardia Civil y que cometió hasta treinta y tres robos con violencia en iglesias de la comarca de O Salnés y su entorno. Los agentes estaban desesperados intentando estrechar el cerco sobre este amigo de lo ajeno eclesiástico, pero sus actuaciones, errantes y sin aparente conexión, hacían mucho más difícil su captura. Sin embargo, al final, la Guardia Civil consiguió echarle el guante, tal vez, del modo más tonto: fue sorprendido en un control rutinario de tráfico llevando en el interior de su vehículo objetos procedentes de varios templos. O suerte, o ayuda divina, vaya usted a saber.

Un ladrón muy amigo de los bienes eclesiásticos

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