EL TUPER DEL PRESIDENTE

En medio del barullo de los ocho mil polis que protegían en Barcelona a los amos del dinero o los fastos compostelanos “da xuntanza” entre los herederos de Konrad Adenauer y de Manuel Fraga; al margen del jolgorio del Barça-Madrid o de la romería festiva-religiosa bendecida por Rouco, Rajoy, su familia y una fiambrera dejaron “impactados” a los vecinos del hermoso pueblo de Los Quintos de Mora, a un tiro de piedra de Madrid y dentro de la provincia de Toledo.

Es una coña dijo el cocinero de la finca (propiedad del Estado), al enterarse de que la señora de la casa (de la casa de Mariano) se traía la cena en varios tuper para no molestar

 

Hasta allí, con su papá, interesado en conocer tan bello paisaje (entrañable imagen solo comparable a la última película de “Indiana Jones”, donde también corrían aventuras padre e hijo) se nos fue el presi en lugar –como apuntaban sus periodistas de cámara– de irse a Canarias o Sanxenxo, donde tiene propiedades, o a Levante donde está su oficina y otras propiedades.

Es por ahorrar.

Es impactante, decían los vecinos.

Es una coña dijo el cocinero de la finca (propiedad del Estado) y uno de los cuatro empleados que se cuidan de la casa, al enterarse de que la señora de la casa (de la casa de Mariano) se traía la cena en varios “tuper” (lo que usted y yo llamamos fiambrera) para no molestar.

El alcalde de Los Quintos de Mora explicó que algo de dinero dejan en el pueblo, pues, aunque el presidente no gastó nada en comida, compraría el “Marca” y algún puro en el estanco mientras sus escoltas –que paraban en el hostal Los Artilleros– siempre se tomarían un café y un carajillo (pues se entiende que, ya puestos, también vendrían con sus “tuper” para ahorrar, pues “Mariano es consciente del momento de crisis que vive España”.

Recordemos que el “rancho de Aznar” (estuvo con Bush) fue visitado por todos los gobernantes, desde Franco, aunque solo uno se llevó la fiambrera.

Los clientes de una peluquería del pueblo (siempre siguiendo el relato de “La Razón”) apuntaron que ellos siempre detectan cuando llega alguna autoridad, pues cortan los caminos y están como acorralados. También hicieron grandes elogios de la larga y negra cabellera de nuestro presidente.

Mariano, mientras otros llevaban su médico y una ambulancia medicalizada, solo se llevó la cartilla de la Seguridad Social. Eso sí: después de confirmar que los recortes de Cospedal no habían llegado aún al médico del lugar.

EL TUPER DEL PRESIDENTE

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