Quizás recuerden que en los sesenta lo que pedía el personal era salud, dinero y amor y el que tuviera esas tres cosas, etc., etc… Antes pedíamos pan y justicia que tal vez fuera lo mismo. Ahora, cuando el personal recientemente salió a la calle diciendo que no había pan para todos por culpa de tanto chorizo, cambian por el trabajo digno bien remunerado; un recibo de la luz más justo, una sanidad con menos recortes (que a veces nuestros pensionistas tienen que dudar entre las medicinas y la cena), y lo que se entiende por una vida buena, pues no nos atrevemos a pedir la buena vida en un país con tantas desigualdades.
El personal no entiende cómo el problema capital sea el mantenimiento de las pensiones y no el mantenimiento del material de las Fuerzas Armadas, las generosas subvenciones a organizaciones de claro signo partidista y en ocasiones bordeando la Constitución como la Fundación Franco, por poner un ejemplo muy sensible.
El último lo contó “El Plural.com” la nueva fundación del Partido Popular, rival de FAES fundada por Aznar, recibió 600.000 euros en subvenciones gubernamentales con el Ministerio de Exteriores de primer aportador: 496.000 euros. Con todo el respeto para la señora de la venda, la espada y la báscula, se puede decir que el Poder Judicial en España no es enteramente independiente de los demás poderes del Estado, pues el Poder Ejecutivo y el Legislativo tienen una influencia decisiva en la composición del Consejo General del Poder Judicial, ya que la Carta Magna define dicho consejo, pero deja su composición a una ley orgánica que pone “en manos” de los partidos parlamentarios (los mayoritarios, preferentemente que ya cuenta con el Poder Ejecutivo y Legislativo) el nombramiento de esos consejeros.
Añadimos que al fiscal general lo nombra el Poder Ejecutivo y que el fiscal nombra a su vez a los fiscales jefes de las Audiencias, el asunto para claro y, sobre todo, parece que la Justicia precisa un cambio.
Esta es la opinión de muchos, que refrenda el catedrático de Filosofía del Derecho y autor del libro “Impolíticos jardines”, Juan Ramón Capella, y que, sin duda, se une a decisiones tales como el relevo del fiscal jefe de Madrid, que quería investigar al director general del Registro y Notariado por presunta prevaricación en el caso “Hoyo de Manzanares” o los “trasvases” de jueces en las distintas piezas de la Gürtel. Pues feliz año. Nos vemos por Reyes.