EL alcalde de Becerreá, Manuel “El rayo que no cesa” Martínez, tendrá que pedir amparo al Tribunal de Derechos Humanos, o fundar la ONG Apestados sin Fronteras. Algo tiene que hacer, porque ya hay una nueva conjura en su contra. Se rebeló contra la trata de blancos a la que lo quería someter el PSOE para dar placer al Beneguai y lo echaron del partido. Puso de presidenta de la Diputación de Lugo a Elena “La efímera” Candia para tocarle las narices a la coalición nacional-socialista y votó un montón de veces con los peperos. Después los sociatas le pusieron la alfombra roja para que volviese al redil y volvió, pero al poco tiempo le enseñaron la tarjeta roja definitiva y se juntó de nuevo con el PP, que acaba de traicionarle y lo ha dejado sin los 120.000 euros anuales que habían pactado que cobrase del organismo provincial. Está abocado a la indigencia.