Asesino en potencia

Con frecuencia llevo a mi muy querida nieta a un Doho de Karate. Ver niñas y niños de corta edad entrenando y aprendiendo autodefensa, siguiendo las instrucciones y disciplina de su reconocido Maestro, es impresionante. Reconozco que me ha “calentado” y he decidido tomar lecciones. No aspiro a llegar a cinturón negro 6º dan, como el Maestro; con llegar a cinturón amarillo “según los dan” me conformo. Lograr ser un “asesino en potencia” me dará poder físico y mental de atizar a un contrincante (venga con pistola, cuchillo, o decreto ley), el mortal golpe Txiri Miri ¡hiaa! en plenas bolas (la clásica patada en los huevos vaya, pero con clase). Saberme capaz de  hacerlo fosfatina me abrirá un horizonte de autocontrol y seguridad frente a esa vil canalla. Como no me son ajenos esfuerzo y autodisciplina en la larga práctica de mi deporte habitual, siguiendo las enseñanzas del Maestro espero rápidos progresos. Ya les contaré.
 

Asesino en potencia

Te puede interesar