Un tiro en el pie

La rotunda declaración de Albert Rivera, ofreciendo “por obligación patriótica” un gobierno de coalición al PP para evitar que Pedro Sánchez repita en la Moncloa, es lo más parecido a un tiro en el pie (políticamente, por supuesto).
Casado, que además de colorear sus listas con toreros de postín y periodistas afines, lleva reclamando el voto útil para no perder la cómoda mayoría del Senado y escaños en circunscripciones pequeñas, le responde que llega tarde. La pregunta que se hacen los expertos en intención de voto es: ¿para qué se va a votar a Ciudadanos si al final es el comodín del PP? Puestos a elegir una papeleta de la derecha, más vale el original que la copia.
Al final, los “nuevos” partidos como los viejos, se mueven más por inquinas personales, animadversiones privadas o antiguos desplantes, que por sumar un proyecto de Estado que suponga beneficios sociales y políticos a sus electores. Mientras las listas electorales se llenaban de trajes de luces, guerreras militares y otras notas de color, nada se ha dicho de los programas que, mal que les pese, son el contrato con la ciudadanía y la verdadera razón por la que se debería elegir una papeleta y no otra.
Mal debe ver los datos de las encuestas Rivera para hacer una oferta tan arriesgada e insistir en que el pacto por el Senado todavía es posible pese al desplante del PP. Quizá tema que la inteligente campaña de Vox, que ha conseguido, con Abascal oculto en su casa, ver recogidos todos sus disparates en las primeras de los medios de comunicación, les lleve más cerca del gallinero del hemiciclo y superados en escaños.
Y es que, en el campeonato por la desmesura rojigualda, la unidad de España, o la inquina contra los independentistas catalanes, tienen todas las de perder. En populismo y propuestas retrogradas es imposible igualar a Vox y difícil de superar al PP de Casado y su equipo de “sin complejos”.
Mientras los patinazos en la elección de candidatos a presidir listas electorales no le va a pasar factura a Vox (y mira que cuando han tenido que quitar a alguno ha sido por causas tan graves como negar el holocausto), a Rivera la imposición de Clemente en Castilla y León ha acabado en manos de la fiscalía y con el partido herido gravemente por los intentos de pucherazo.
Parece mentira que la sola posibilidad, reflejada en las múltiples encuestas del pasado fin de semana, de un hipotético Gobierno PSOE/Ciudadanos y las declaraciones de José Luis Ábalos, avalando esa fórmula antes que otras, hayan provocado un error político de manual. La consecuencia inmediata ha sido la declaración del vicesecretario del PP, Javier Maroto, instando a los votantes de Ciudadanos a que voten a Casado que es el único que puede echar a Sánchez, “como reconoce el propio Rivera”. Que error, que inmenso error. 

 

Un tiro en el pie

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