MOURIÑO, con “ñ”, es apellido de persona civilizada; Mourinho, con “nh”, de alguien asilvestrado. De hecho, Mouriño, con “ñ”, es el padre del Celta contemporáneo, un club que hasta se podría calificar de ejemplar; Mourinho, con “nh” fue el padre de un Madrid, como mínimo, reprobable. El caso es que Mouriño, con “ñ”, prepara su salida de la entidad viguesa. Confiesa que manejó tres opciones: dejar la dirección en manos de sus hijos –pero haciéndolo bien, no al estilo Lendoiro–, nombrar a un presidente ejecutivo con plenos poderes o vender sus acciones. Al final, parece que ese será el camino que elija para su salida. La clave estará en quién se las compre, ya que todo su trabajo podría desmoronarse.