JOAN Ribó es uno de esos alcaldes –gobierna en Valencia– que sin ser del PP –pertenece a Compromís, que es así como Podemos con aroma de paella– llegan al poder. Ribó es un tipo súper moderno –no por edad, sino porque monta en bicicleta–, que ve las cosas de una forma o de otra, según del lado de la acera de la que le toque estar. Y no precisamente porque en un margen dé el sol y el otro esté a la sombra, sino porque cuando estaba en la oposición exigía la dimisión de todo pepero que estuviese amenazado por la sombra de la corrupción. Y ya no te cuento si llegaba ser imputado por el juez. Ahora le ha tocado a él estar imputado y ya ha advertido que de dimisión nada de nada. Pues claro, lo que predicaba antes se refería los populares, no a él. Por Valencia no se sabe cómo le llamarán; por aquí, coherencia, ¿o será incoherencia?