creíamos, inocentes de nosotros, que teníamos al bicho acorralado con nuestras vacunas y ya casi empezábamos la cuenta atrás para dedicarle un ahí te pudras bien sincero. Pero, como si estuviese preparando la segunda temporada de su serie, ahora descubrimos que podría transmitirse sexualmente. Investigadores de una universidad de Miami han detectado la presencia de coronavirus en los testículos de varios enfermos. Resulta que al virus le gusta una enzima presente en los pulmones, el corazón, los intestinos, los riñones y los testículos, así que tiene sentido que estos últimos sean un objetivo. El descubrimiento es aún muy reciente y queda mucho por saber del asunto, como si es posible que el virus esté también en el semen y qué carga sería necesaria para que se transmita sexualmente. Con estos datos, ante la duda, mejor prevenir. Como siempre, vamos.