EL sorpasso murió antes de nacer. Existió únicamente en la las enquisas, pero desde el mismo momento en el que empezó el recuento de papeletas quedó claro que era una pura entelequia. Por su puesto ni Pablo Iglesias ni Íñigo Errejón se dieron por enterados y uno y otro insistieron anoche en que no había pasado nada, que cada vez estaba más cerca el Gobierno del cambio... Es el problema de tener el ego hipertrofiado; no se pueden reconocer los fracasos y tanto el núcleo central –Podemos– como sus satélites, especialmente el satélite gallego, que ha perdido un representante, se han estrellado. Mientras no lo asuman, no tendrán nada que hacer; es más, insistiendo en que lo han hecho de maravilla, lo único que conseguirán es seguir cayendo por la pendiente sin haber tocado el cielo que pensaron que era suyo y del que no habría nadie capaz de expulsarlos en muchos años.