JOSÉ Luis Corcuera, ministro del Interior en tiempos de González –fue el de la famosa patada en la puerta– y actualmente contertulio en televisiones fervorosamente patrióticas, comió el miércoles de la semana pasada con otros jubiloso jubilados del felipismo: José Barrionuevo, Julián García Vargas, Virgilio Zapatero y Joaquín Leguina. Ante ellos cuatro prometió –se desconoce si aún en el aperitivo o ya a la hora de los cafés y los chupitos– que rompería su carné del PSOE si Pedro “La sonrisa” Sánchez ganaba la primarias. Dicho y hecho, tan expeditivo como cuando pateaba puertas, se dio de baja el lunes. Leguina, expresidente de Madrid y también contertulio en las mismas televisiones fervorosamente patrióticas, fue un poco más paciente, pero anunció a sus compañeros de almuerzo que también se piraría del partido si el recuncante secretario general pactaba “explícita o subliminalmente” con Podemos. Como se extienda la moda, acaban ahorrándole la purga al podemizado líder sociata.