Al cesar... hay que saber estar

omentaba en mi anterior artículo la extraña posición de la Conferencia Episcopal (C.E.) sobre Cataluña. 
Como habrán comprobado por la prensa, su postura no ha dejado indiferente a nadie. Los conservadores reaccionaron diciendo que harán campaña en contra de la “X” para la Iglesia Católica por no defender la unidad de España; y los contrarios opinan que debería haberse manifestado a favor del referéndum y ser más contundentes, ofreciéndose como mediadora. Es decir, nadie contento; que no significa haber hecho lo correcto. 
Lo que ha confirmado la C.E. es que no ejerce liderazgo alguno; aunque hayan ido los cardenales Osoro (Madrid) y Omella (Barcelona) a visitar al presidente Rajoy, que me temo no ha sido para ofrecerse a nada, más bien para pedir algo y ojalá me equivoque porque la actitud del Obispo Novell (Solsona) necesitará un esfuerzo diplomático. 
Y para rematar todo este despropósito resulta que desde el día siguiente de que Monseñor Blazquez leyese el comunicado, con cara asustadiza, otros Obispos se han desmarcado claramente. 
La pregunta no es que dijo la C.E. o que debería de haber dicho. La pregunta es por qué hizo tal comunicado. 
Quizás fue  eficaz la presión de una Iglesia Catalana que amenaza con separarse de la C.E.  
Quizás asustados por el grupo de curas que ha utilizado el púlpito para fines políticos, olvidándose de cuál es su función y no han sido conscientes de que el debate político en el que han participado, ha dividido a los catalanes provocando conflictos en las familias sin tener en cuenta que hay otros tantos catalanes que piensan diferente y también son sus fieles. 
Olvidaron que son curas y animaron el enfrentamiento. 
Olvidaron que España es un país democrático, y que la democracia se basa en el cumplimiento de las leyes. 
Quizás hay que recordarles aquello de: Al César… y la iglesia a evangelizar.
 Ahora a ver como arreglan esto; porque están dando la razón a quienes piensan que es mejor disolver la C.E. Señores Obispos, lideren lo que han de liderar y no se metan donde nadie les llama, y menos en la política. Si me lo permiten decir, claro.

Al cesar... hay que saber estar

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