Ducias e ducias de futbolistas se santiguan al salir al campo, incluso algunos que no son cristianos. Naybet, musulmán él, hizo una vez un gesto parecido a la señal de la cruz y en Marruecos poco menos que propusieron lapidarlo. Irureta, siguiendo la tradición del Athletic de Bilbao, rezaba un padrenuestro con el equipo instantes antes de que saliese del vestuario para el inicio del partido. Florin “Rocky” Andone debe ser un hombre pío, porque ha pedido ayuda a Dios para que el Deportivo evite el descenso. Tal como está la situación, o interviene toda la corte celestial o librarse del infierno de Segunda va a ser muy difícil.