UNOS botaron foguetes y otros globos rosas –cada uno tiene sus gustos– para celebrar que al fin se había develado el misterio: Epi y Blas eran pareja. El guionista del programa, Mark Saltzman, los había sacado del armario, pero estuvieron dos días a la intemperie y ora vez para dentro. Tanto el propio espacio infantil como su creador, Frank Oz, han desmentido que entre ellos hubiese algo más que amistad. “Son marionetas y no tienen orientación sexual”. Pues nada, que cada uno piense lo que quiera, pero esta historia recuerda a las del Gobierno: Hoy digo una cosa y mañana la contraria.