Parece que Rajoy se ha ido por la pata abajo (no sé si se al mirarse al espejo), y huele a muerto desde lejos. Algunos quieren hacerle un entierro vikingo mientras las ratas huyen del drakar hacia el salvavidas de Ciutadans, postulado como la nueva derecha, nutrida de militantes más rancios fugados del PP y abierta de par en par a los náufragos que se le acercan.
El capital ha metido la pata evadiendo y financiando a inútiles, mientras los mejores se fueron y se van del país sin trabajo. Así que seguiremos siendo ejemplo de desigualdad entre ricos y pobres, que condujo a la defensa instintiva de las sufridas gentes de bien por la incompetencia del capitalismo más tradicional. Lo que demuestra que el dinero sin cabeza es como un culo sin agujero, y que así nunca tendremos un país moderno, sin pobreza física, intelectual, ni moral, con clase media, sin paro, y trabajadores con salario que les permita vivir.