Las ultimas palabras

Esta semana en la que, una vez más, los escándalos de corrupción nos desazonan, es la misma semana en que se conmemora el Día del Libro y recordamos a Cervantes y a todos aquellos que han hecho de las palabras una obra de arte.
Sí, el domingo 23 todos tenemos una cita con los libros.
Así que en medio del caos, la lectura es lo que nos regala sosiego o al menos la posibilidad de viajar a otros mundos, a otras realidades donde encontrarnos con personajes que nos dejan al curiosear en sus más íntimos pensamientos.
Precisamente para celebrar el Día del Libro tengo en las manos “Las últimas palabras”, la nueva novela de Carme Riera.
Carme es una de las grandes de la Literatura española que escribe indistintamente en castellano y en catalán.
Catedrática de Literatura Española en la Universidad Autónoma de Barcelona es además miembro de la Real Academia Española y una de las autoras más leídas fuera de nuestras fronteras porque sus libros se han traducido al inglés, griego, turco, alemán, hebreo, croata, italiano, portugués...
Los libros de Carme Riera enganchan desde el primer párrafo y su lectura se antoja a una sintonía en la que no sobra una sola nota, en este caso ni una sola palabra.
Es lo que sucede con “Las últimas palabras” en la que Carme nos traslada a Mallorca donde vivió el archiduque Luis Salvador de Austria, primo de Sissi, un hombre singular, que participó entre bambalinas de los grandes acontecimientos de su tiempo, esos años apasionantes y trágicos que dieron lugar a la Primera Guerra Mundial.
Carme mezcla la Historia y la leyenda para construir un relato en el que nos sitúa no solo en esa época apasionante sino que nos hace viajar al trasfondo del alma del archiduque.
Como no hay día en que no nos despertemos sin una noticia que nos provoque un sobresalto, ya sea por el auge de los populismos cuya próxima cita serán las elecciones franceses, o por la deriva autoritaria de Turquía, o por las ocurrencias de Donald Trump, o por el dolor que provoca la crisis de los refugiados, crisis a la que nadie parece dispuesto a dar una respuesta eficaz, por no hablar de los múltiples casos de corrupción, pues no hay otra manera de escaparse a tanto desatino sino a través de la lectura.
Yo he elegido hacerlo a través de las aventuras y desventuras del archiduque Luis Salvador que se enamoró de Mallorca y que aún allí se conserva su palacio.
Le doy las gracias a Carme Riera por regalarnos a los lectores “Las últimas palabras”. Feliz Día del Libro.

Las ultimas palabras

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