La vuelta del emérito a las páginas de tribunales hace inevitable recordar aquello de atado y bien atado que dejó el dictador y que la historia nos fue confirmando. La transición es otra de las pruebas de lo que les recuerdo con datos verificados y verificables: al golpe de estado se sumó la dura y larga dictadura tras una depuración de los vencidos en la educación, en los ejércitos, la prensa y en las administraciones. Todo esto se acompañó de canonjías para los fieles y todos conocemos la lista de los favorecidos que ahí siguen, ellos o sus herederos, dirigiendo grandes emporios.
La plena ¿? democracia nos “pilló” con Billy el Niño condecorado y con el edificio como dijo Suárez “arreglándolo un poco pero dejando las paredes y las vigas que lo sustentan”. ¿Está claro, no? Un poco de pintura y todos contentos. Así, la transacción empieza con los siete magníficos –ministros de Franco– y con Aznar firmando artículos contra la constitución y Fraga oponiéndose al capítulo relativo a las autonomías .La democracia de aquellos franquistas , como no hubo depuraciones, “heredó”, aguantamos mejor dicho, la judicatura franquista, las cátedras que repartió el viejo régimen; el ejército, las fuerzas de orden público, etc. A eso le llamaron “transición ejemplar” cuando fue una transacción.
Y así, padecimos las mentiras del Prestige, a las que siguieron las del 11-M con Aznar queriendo ganar las elecciones culpando a ETA cuando ya los servicios secretos de todos los países habían facilitado los datos de los terroristas islamistas.
Y de manera reciente tenemos la batalla del 8-M donde entre mentiras, bulla, exageraciones y unos colaboradores imprescindibles haciendo el trabajo sucio, buscaron cargarse al gobierno. Gracias al PP tenemos estos días otra versión del “cuanto peor mejor para nosotros”, de Mariano Rajoy en sede parlamentaria o el “que se hunda España que la salvaremos nosotros”, en frase de Montoro y un poco antes pero con el mismo fin, aquella de Aznar llamando pedigüeño a González cuando este negociaba las ayudas de la UE a los españoles. Lo han vuelto a hacer en el Parlamento Europeo votando con los países contrarios al reparto de ayudas por la pandemia del coronavirus .Un dinero para aliviar a muchos españoles. Es el PP de siempre por mucho que que cambie la gaviota de su escudo. Es el partido popular de Aznar, de la Gürtel y la Púnica. El de Faes. El de Casado, Álvarez de Toledo, Pons y Feijóo, aunque se ponga de perfil. Ya nadie puede sentirse engañado.