Pasatiempo brigantino

este conjunto cultural, un legado histórico de los patricios hermanos García Naveira a su querida ciudad. Bien se merecía la noticia de que la Xunta de Galicia, declarase de una forma definitiva, al pasatiempo, como un Bien de Interés Cultural. Llega tarde, quizás sí, pero siempre es buen momento para reivindicar la cultura como algo necesario y preciso de todo el pueblo que se precie de sus raíces históricas en la defensa de su legado cultural.
Ahora queda dar forma a las ayudas necesarias para remozar aquel conjunto histórico cultural y recuperarlo de su perenne abandono de más de cuarenta años. Es cierta la frase de que en este país “cuando no hay dinero, los monumentos se arruinan solos, pero cuando lo hay, los arruinamos nosotros”. Es de esperar que se mantenga el legado en la línea histórica diseñada por los hermanos García Naveira, en este complejo dedicado al culto de la sobriedad en compaginación con el arte y su cultura.
Que, a la hora de iniciar su restauración, se haga conforme su diseño histórico y no intervenir en el conjunto con una visión diferente de cómo se hizo en su momento por parte de estos patricios brigantinos.
El proceso de declarar el pasatiempo como un bien cultural, arranca en 1981, pero como las cosas de palacio en este país, van como van. Quedó en el olvido y lograr que pasase a manos del municipio, cosa que se hizo años después, hasta que por fin en este año del 2020, culminó el proceso definitivo de dar vida como Bien de Interés Cultural, al antiguo pasatiempo de la ciudad de Betanzos, hasta aquí todo un hito. 
En su conjunto arquitectónico de interés cultural, existen elementos como la estatua de la caridad, los restos de la antigua muralla del cierre, que se conservan entre la piscina y el pabellón deportivo, el estanque del retiro, así como otros elementos del interior de la cueva, un formidable paseo laberíntico el cual fue creado en 1883 después del regreso de tierras americanas de aquellos prolíficos hermanos.
Este parque abarca unos noventa mil metros cuadrados, en los que se recrearon la pirámide de Keops, una mezquita egipcia, la muralla china, el canal de Panamá, así como otros muy diversos temas mitológicos y científicos, como un globo aerostático, un buzo, diversas máquinas e inventos, quizás siguiendo las aventuras de Julio Verne y elementos naturales dedicados a los animales. Todo en su conjunto conforma un espacio natural de gran magnitud y que lo convierte en un parque atractivo único en Galicia.
Puede llegar a ser un parque de gran atractivo turístico, teniendo en cuenta la cantidad de visitantes que cada año eligen estos lugares. Poner él pasatiempo en su circuito, sería la forma más acertada de poner en valor un parque de casi 140 años de historia, lo que atraería a muchos curiosos y turistas a la Ciudad de los Caballeros. Esperemos que sea el empuje definitivo, la ocasión de que los brigantinos tengan una fuente de ingresos promovida por la llegada del turismo interesada en la historia de la ciudad en su conjunto.

Pasatiempo brigantino

Te puede interesar