ÍÑIGO Méndez de Vigo, portavoz del Gobierno, no tiene pinta de ser un tipo con un humor delirante; al reves, nunca pierde las formas –por algo es barón de Claret– así que debe ser más de sonrisa discreta que de carcajada estruendosa. Así que hasta su autocrítica es insulsa, tan insulsa que ni autocrítica es. Se resiste a admitir que las encuestas le dan un palo al PP de no te menees y jura y perjura que en el partido no se creen las sondaxes. No se las creerán, pero él a Ciudadanos ya le llama “Ce ese”, expresión que debe pensar que es un chiste muy gracioso y que, sin embargo, recuerda a aquel paquete que le cayó a un presentador del Telediario por referirse a Comisiones Obreras como “Ce ce O O”. Lo malo es que ya no es un sondeo ni dos los que dan a Cs la primera posición en intención de votos, sino que cada día se va conociendo uno nuevo que sitúa a Albert Rivera, el político antes conocido como Adolfo Suárez, por delante de Rajoy. El Madrid también empezó tomándoselo a broma y ya está a 19 puntos del Barcelona.