ACOSTUMBRADO a ser un partido bisagra, que pacta a un lado o a otro, según le convenga, Ciudadanos aspiraba a desempeñar ese papel también en el pazo do Hórreo. Pero o la puerta del Parlamento es muy pesada o C’s no engrasó bien los goznes, porque su papel en los plenos se limitará a seguirlos desde la tribuna de invitados. ¿Culpables de semejante catástrofe? La candidata –porque, aunque parezca lo contrario, la había– y Albert Rivera, al fifti fifti.