¡Que quiten sus manos de la historia!

iento una inquietud que quiero compartir con los que lean este artículo. Hace unos días con ocasión de la entrega de los Goya, Vox se coló en los titulares aconsejando a los cineastas que hagan una película sobre la historia de Blas de Lezo. La verdad es que me quede atónita al leer que los líderes de Vox se sentían ofendidos por no haber sido invitados a la gala de los Premios Goya y que su respuesta había sido la de recomendar que se haga una película sobre el almirante Blas de Lezo. Que no invitaran a los líderes de Vox a los premios Goya lo comprendo y desde luego no me preocupa en absoluto pero lo que si me preocupa es que Vox meta sus manazas en la Historia e intente hacer suyo a Blas de Lezo.
Yo pertenezco a una generación que en su juventud poco menos que creía que Isabel La Católica era franquista. Si, tamaña barbaridad y estupidez estaba arraigada en el imaginario de los españolitos precisamente porque el franquismos se apoderó de los Reyes Católicos, tergiversando sus figuras, como si les perteneciera. Lo mismos sucedía con Santa Teresa de Jesús.
Así que no me cuesta admitir que durante muchos años he sentido una gran inquina por Isabel de Castilla de la que nada quería saber. No ha sido sino hasta cumplir unos cuantos años, y dejados atrás unos cuantos prejuicios, cuando empecé a leer sobre esta reina que me resulto sorprendente reprochándome a mí misma haber sido tan corta de miras como para rechazar esta figura histórica por el simple hecho de que el franquismo la había hecho suya. Lo mismo me sucedió con Santa Teresa a la que me resistía reconocer que es una de las grandes de la Literatura española, una gran escritora.
Ahora temo que suceda lo mismo con el almirante Blas de Lezo, que seguramente es un gran desconocido para buena parte de los españoles habida cuenta de que en nuestro país en los planes de estudios de colegios e institutos apenas tiene cabida la Historia. Pero el hecho de que Vox haya puesto la mirada en Blas de Lezo y se sirva del almirante vasco para su enfrentamiento con el mundo del cine me hace temer que de ahora en adelante Blas de Lezo sea considerado como un personaje afín a la extrema derecha. Naturalmente allá por 1700 no había ultraderecha, pero tanto da.
Si que hay que instar a Vox que saque sus manos de las Historia, que deje a Blas de Lezo en paz, que no le proponga como personaje de película, que se abstenga a manosear su figura. Aún recuerdo la primera vez que visite Cartagena de Indias para asistir al Hay Festival de esa ciudad y dando un paseo con mi editor colombiano, Gabriel Iriarte, por el antiguo fuerte español. Iriarte me explicaba donde había dispuesto Lezo los barcos y como ganó la batalla a los ingleses. Y me sorprendía que él se sintiera tan orgulloso de la hazaña del marino español.Así que Vox en particular y los políticos en general, dejen la Historia y sus personajes a los historiadores y absténganse de intentar apropiarse de lo que no les pertenece. En este caso de Blas de Lezo. Faltaría más.  

¡Que quiten sus manos de la historia!

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