además, necesario. Discutíamos hace días sobre la implantación del céntimo sanitario con opiniones diversas. Buscamos en la hemeroteca: lo puso en marcha desde el Gobierno central el ministro Cristóbal Montoro en 2002 y significó un aumento de 2,4 céntimos litros. Era obligatorio y se apuntaba la posibilidad de que las autonomías podían añadir otra cantidad hasta un máximo de 4,8 céntimos. El Gobierno gallego fue de los pocos que llegaron a esa cifra y llenar un depósito de cincuenta y cinco litros costaba cuatro euros más si se hacía en Ourense que en Zamora.
Nos deben ese dinero una explicación de dónde y en qué lo gastaron. ¡Que es un pastón, oiga! En 2014 Europa dijo que nones y nunca se supo la cantidad que supuso ese impuesto. Y es que, repasen las hemerotecas y ejerciten la memoria, durante años los profesionales gallegos que cuidan nuestra salud denunciaron carencias en el Sergas, contratos precarios y de Verin ni les cuento. También nos habla Feijóo del dinero que le deben a Galicia desde 2017 –por las fechas parece otra herencia de Mariano– pero ahí tiene detrás a todos los grupos parlamentarios.
Mientras, de las carencias de aquella época en sanidad, educación, infraestructuras ¡en Correos!, la actualidad nos ofrece datos cada día. Pero estos datos y cifras, se pierden en el barullo de estos días con el AVE que aún no tenemos fecha de su arribada; con la llegada del presidente encargado de Venezuela y los ecos de la visita de nuestro monarca a Israel donde a cañonazos vulneran los derechos de los palestinos por no hablar de los tratos con Arabia Saudita donde dan comisiones reales. Y están nuestros ¿amigos? y vecinos pidiendo ampliar sus aguas por si por allí hay algo debajo. De momento Vox nos puso en guardia a la Legión y Trillo no está para ir a Perejil…
Y con este “paisaje” ya tenemos al paisanaje harto de los políticos según publican las encuestas que, como diría el otro “marcan tendencia”. Para nuestros problemas los ciudadanos aplauden el acuerdo BNG-PSOE. Feijóo, en plena cuesta arriba, pues la oposición –PSOE, Podemos, BNG– aprieta y aquí no puede contar con la muleta de Vox y Ciudadanos.
Por cierto: ahí quedan los Goya con muchas estrellas gallegas en el firmamento cinematográfico y en Corea del Sur y en diecinueve países más, patatas coruñesas. Recuérdenlo y ¡a presumir!