el PNV se empeñó en contentar a los proetarras con una ley de abusos policiales que permitiera a los asesinos y sus familiares cobrar indemnizaciones por el supuesto maltrato sufrido. Sin embargo, como el Constitucional la pudo haber tumbado, la redactaron de forma tan ambigua que les acaba de salir rana. Así que optaron por llamarla “Ley de reconocimiento y reparación de víctimas de vulneración de derechos humanos en el contexto de la violencia de motivación política”. Y, ahora, son los policías y guardias civiles los que pueden pedir la indemnización por la persecución que sufrieron. Vamos, cosas del karma.