El pobrecito Tribunal Supremo está agitado. Ha suspendido el sainete de la peligrosa organización criminal de los independentistas catalanes, hasta el martes, para que sus abogados defensores preparen y larguen sus conclusiones finales. Entretanto, los nachos querían ver el asunto del tratamiento de los residuos de Franco. Pero visto que esta cosa no va a llegar al Tribunal de Derechos Humanos, como el otro, y estando tan cansados del juicio político, en esta obra han hecho mutis por el forro. No comprendo como tiene huevos, en otorgar a unos particulares que consigan paralizar una ley aprobada en el Parlamento, primando el interés particular sobre el general. Me refiero al interés general, no al otro general. Por eso se han aplicado el principio de “si quieres llegar lejos vete despacio”, y lo van a conseguir. No llegará al Tribunal de Derechos Humanos pero, de seguir así los titis, con tan suprema lentitud, puede que llegue al Tribunal Celestial, el día del Juicio Final. ¿Apuestan conmigo?