GANAR todos los partidos es tan difícil como perderlos todos. El Deportivo estuvo la temporada pasada cerca de lo segundo, pero no lo consiguió. En esta campaña su mayor empeño es vencer en casa y empatar fuera. Más que es, era, porque el sábado se llevó un buen repaso en Cádiz. Es verdad que desde el inicio de la Liga solo ha sufrido dos derrotas, pero la del Ramón de Carranza fue dolorosa. A Natxo González, tan sieso como sensato, le dio un ataque de entrenador y decidió jugar con cinco defensas. Pero el equipo no defendió mejor y además perdió el centro del campo. En la segunda parte intentó corregir un poco la situación sustituyendo a Álex Bergantiños por Krohn-Delhi, pero la cosa aún fue a peor. Desde luego que el entrenador blanquiazul sabe de fútbol y bastante por que se va viendo desde que llegó a Riazor, pero a veces casi sería mejor que supiese un poco menos y se ajustase a los conceptos más básicos de la táctica y la estrategia.