¿Qué país, qué paisaje, qué paisanaje…!

egún las encuestas para Ferrol el alcalde, Jorge Suárez (Ferrol en Común), pierde apoyos, pero la formación se mantiene. Pese a que de aquella marea que se presentó hace cuatro años han surgido ahora otros tres partidos, además de Ferrol en Común, por el momento según la encuesta el desgaste de un polémico mandato se traduce en solo un concejal menos.
A su llegada al ayuntamiento Jorge Suárez aseguraba que era innecesario disponer de vehículo oficial. También prometía ir cada día a pie al Ayuntamiento y que al mediodía pasarían a recogerlo. Hubo además una época en la que acudía también en bicicleta a su puesto de trabajo. En junio de 2015 se negaba a utilizarlo y barajaba varias opciones: cederlo a alguna entidad social o intentar venderlo y destinar el dinero a fines sociales. No hizo ni una cosa ni otra. El vehículo permaneció un tiempo en desuso en la nave de Servizos de A Gándara hasta que se decidió a utilizarlo de nuevo, desde al menos enero de 2016. Parece que es lo único que ha podido hacer porque gestos a favor de Ferrol, con ninguno ha podido.
A Jorge Suárez también le ha encantado generar polémicas como en el caso de la Semana Santa Ferrolana, en el que minusvaloró la única fiesta de Interés Turístico Internacional y de mayor tradición de Ferrol.
Se dice que una imagen vale más que mil palabras. Ver en los medios la fotografía de un concejal y el alcalde fumando en la bañera es el mejor reflejo de cómo funciona, desgraciadamente, el gobierno municipal de Ferrol. Pero mientras ellos fuman en la bañera, las ONG de Ferrol detectan una pobreza que se va heredando de padres a hijos y que se está haciendo crónica en las familias, de ahí que exista una capa de la sociedad que tiene que recurrir a las ONG, para poder superar el día a día, bien para la adquisición de productos de primera necesidad, como para el pago de viviendas y servicios esenciales.
Llegaron a la alcaldía con muchas ganas de “asaltar el cielo”, pero se agotaron rápido, igual que se agota un cohete húmedo.
Con creces ha demostrado Ferrol en Común que su palabra de poco sirve, que no tiene valor, que nada de lo que diga puede tenerse en cuenta, ya que no duda en hacer lo contrario de lo que dice cuando mejor le interesa. Y eso es lo peor que le puede pasar a un partido. Primero muchos sermones, primero muchas mandangas, pero ahora sus ciudadanos no creen en sus palabras.
Me pregunto también como el partido socialista puede meter a una persona en un cargo de confianza estando investigada por llamar machista a un juez.
Algunas personas olvidan pronto la defensa de las mujeres y sus causas por la ambición del poder y el dinero.
Rey Varela promete y promete… pero no promete quedarse si no consigue la mayoría absoluta, si no la consigue se volverá a escapar y colocarse. Se marchó una vez que no pudo seguir siendo alcalde. Las personas que quieren luchar de verdad por Ferrol no se marchan cuando tienen que estar haciendo oposición.
¿Qué decir de Vox? El partido que en Madrid se preocupa por la caza mientras se recortan los servicios sanitarios, mientras hay también muchos ancianos que viven de una mínima ayuda oficial, jubilados con pensiones de miseria, trabajadores que no pueden disfrutar vacaciones pero que pagan sus impuestos. Así las cosas, con Vox parece que queremos retroceder a la época en que los nobles poseían castillos y armas, disponían tiempo para la caza y se divertían.
Séneca, sin embargo, consideraba la verdadera nobleza del hombre obedeciendo a la recta razón dejándonos profundas reflexiones a lo largo de sus obras como esta: “la honestidad y la virtud son valores altamente apreciados, y la nobleza supone ser capaces de buscar causas, motivaciones y aspiraciones justas. “
Vivimos en un país donde reina el “haz lo que digo pero no lo que hago”. Y a pesar de que la incoherencia genera desprestigio en todos los campos de la vida, a ellos parece que les da lo mismo. Sencillamente, porque ni les importa ni les afecta.
Quizás necesitemos para Ferrol personas como Jorge Álvarez de CCD (Coalición de Centro Democrático), gente luchadora que sepa que esto no es para apoltronarse, sino para construir lo mejor de sí mismo. Posiblemente sea el único candidato que sepa lo que es pagar una cuota de autónomos o una nómina.
Vivir de la política crea tanta o más adición que la droga. Raras son las personas vividoras de la política que libremente se desenganchan. Creo que se cuentan con los dedos de la mano y sobran dedos...
Conviene distinguir, como hace Max Weber, entre vivir para la política -casos excepcionales- y vivir de la política, la mayoría de los casos
Un buen alcalde ha de ser, ante todo, una persona entregada a hacer el mayor bien para los demás y para su ciudad, lo cual supone haber superado los intereses y privilegios particulares y del poder; por eso, dice Platón que el poder solo se debería conceder a los hombres que no lo adoran. Evidentemente, un buen alcalde no se apega al sillón y al bastón de mando; al contrario, sabe irse en el momento oportuno, un mal alcalde no sabe irse nunca, sino cuando le echan. 
Los políticos no son solamente unos señores que están ahí enquistados para siempre, sino que somos nosotros. Si los que lo hacen ahora mal lo hacen con nuestros votos, peor lo habremos hecho nosotros al votar a los que son incompetentes.
Confucio escribió hace miles de años “arréglese el Estado como se conduce la familia: con autoridad, competencia y buen ejemplo”. Los hombres eran iguales en aquella época que en la nuestra, pero los niveles de incompetencia pueden crecer con el paso del tiempo
Afirmaba Gandhi, que si hay incompetentes en el poder, es porque quienes lo eligieron están bien representados.
¡Qué país, qué paisaje, qué paisanaje decía Unamuno, pues eso, qué país, qué paisaje, qué paisanaje…! ¡Y nadie se ofenda, porque a nadie se desea, ni se quiere, ni se necesita se sienta ofendido!

¿Qué país, qué paisaje, qué paisanaje…!

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