VUELVE EL COJO MANTECA

Allá por el mes de septiembre, la Universidad de Harvard investigó a 125 alumnos sospechosos de haber copiado en un examen y encontró “culpables” a 60 de ellos que en febrero fueron expulsados del centro. La medida disciplinaria fue aceptada por la comunidad universitaria, afectados incluidos, sin que nadie reventara las reuniones del órgano sancionador, se manifestara delante de la sede central o pidiera la dimisión de la máxima autoridad académica.
Traigo esta noticia a colación –y sin ánimo de comparar– a propósito de la situación un tanto convulsa que vive la Universidad de Santiago, que últimamente aparece en los medios de comunicación más por su conflictividad que por los logros académicos.
Es verdad que parte de esa conflictividad deriva de la crisis y sus recortes –las cuentas están prorrogadas– que son la causa de la rescisión de contratos a profesores e investigadores y de carencia de medios para el desempeño de la función docente. Pero algunos conflictos los causa el comportamiento violento de unos cuantos alumnos amparados en el anonimato y protegidos por el paraguas de las aulas universitarias.
El no va más –por ahora– ocurrió el pasado día 15, cuando un grupo de 50 estudiantes, algunos encapuchados, “secuestraron” durante dos horas al Consello de Goberno, causando desperfectos al estilo “cojo Manteca” y profiriendo insultos a los miembros de este órgano. La imagen del rector rodeado de encapuchados es surrealista y produce una enorme tristeza por desarrollarse en un recinto donde se supone que los buenos modales tienen asentada su cátedra.   
¿Representan esos 50 alumnos a los 27.000 que forman la comunidad universitaria? Parece que no y está abierto un expediente informativo “para llegar al fondo de la cuestión” y tomar la determinación que proceda. Si se aplica el criterio de Harvard, los reventadores del Consello de Goberno deberán ser expulsados de la USC porque ninguna protesta puede impedir el trabajo de un órgano democrático como es este Consello que está –igual que los demás órganos representativos– para recoger las inquietudes y buscar soluciones a los problemas de la institución. Pero seguro que los hechos serán tipificados como una chiquillada y todo quedará en una pequeña reprimenda, que hasta será cariñosa para no causarles trauma alguno.
Por cierto, Harvard es la mejor universidad del mundo, seguramente por su disciplina y rigor académico.

VUELVE EL COJO MANTECA

Te puede interesar