Los ingleses y los americanos son cuspidiños como dos gotas de agua. Les gusta tanto sentirse especiales que desprecian sus raices latinas y se quedan con eso de que son anglosajones, como si eso supusiera algún plus de algo. Y como una muestra de sus similitudes está el hecho de que los del Reino Unido se están planteando en convertir en su líder a Boris Johnson, que es una especie de Donald Trump, sin la incultura básica que da el ser oriundo de los EEUU, pero con la misma arrogancia y el mismo amor por las fake news. Menos mal que en breve se van de la UE, a ver si así se evita el efecto contagio.