Como cada trimestre, se han hecho públicos los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA para los amigos). Y como andamos en tiempos de pandemia, es necesario realizar un máster previo para ser capaces de comprender el desvarío que nos ofrecen las cifras. Resulta que hay 355.000 parados más, pero, al mismo tiempo, podemos presumir de que hay 570.000 nuevos ocupados. La cosa, tras sesudos análisis es bastante fácil de explicar. Durante el confinamiento, los trabajadores despedidos pasaron a figurar como inactivos, ya que no podían salir a la calle a buscar trabajo, lo que hizo que esta cifra se disparara en casi un millón de personas. Ahora, en el tercer trimestre, los datos se normalizaron, de manera que casi 900.000 inactivos se han reintegrado a lo que se considera población activa, unos como parados y otros como ocupados. En resumen, que la cosa, se mire como se mire, va muy mal.