¿Tuvo un mal resultado Podemos?

Podemos ha rechazado la autocrítica y ha atribuido el ¿mal? resultado de las elecciones a la “campaña del miedo”. No es mucho decir, pero menos es nada. Otros, en trances similares, se callaron a la espera de que escampase. El resultado del partido de Pablo Iglesias no fue el que esperaban, pero tampoco es tan mal resultado para un partido que acaba de nacer. Como quiera que sus expectativas eran muy altas, también es posible considerar que su resultado no fue bueno. Puestos en esa tesitura, claro que cabe la autocrítica, al menos de puertas adentro. Y no sólo eso: Monedero, cofundador de Podemos, ya señaló públicamente errores en la coalición con IU, convencido de que a Unidos Podemos “le ha faltado calle y le ha sobrado mercadotecnia”. Lo mismo que dijo Beiras, el político más preparado intelectualmente de cuantos adornan la orla de Podemos y sus confluencias.
Atribuir la pérdida de más de un millón de votos solo al temor a que Podemos pudiera alcanzar el Gobierno tal vez sea una idea reduccionista, pero no por ello deja de tener fundamento, al menos parcialmente. Como dice Podemos, todo parece indicar que la campaña del miedo de otros partidos movilizó y concentró el voto conservador. Admitido ello, también cabe añadir análisis menos políticamente correctos, en la línea de Monedero y Beiras, parte interesada, y de otros analistas independientes. Armando B. Ginés, por ejemplo, explica en Mundiario que Unidos Podemos tuvo ideas contradictorias, un discurso blando y objetivos ambiguos. A su juicio, desde una óptica de izquierdas, no parecía una alternativa fiable que pudiera ofrecer cambios sustanciales al panorama político. “Demasiado tacticismo, excesiva preocupación por no salirse de lo tolerable, apariencia conservadora de gesto, mucha pose publicitaria”, escribe Ginés.
Sea como sea, en Madrid puede que tengan tiempo para profundizar en este tipo de análisis, pero no así en Galicia y el País Vasco, donde volverá a haber elecciones este año. Para Podemos y sus aliados vascos y gallegos lo que toca es levantar la cabeza y defender sus señas de identidad, en un contexto político muy distinto, donde incluso el PP de Feijóo aparece abrazado a la causa galleguista. Beiras lo tiene claro y en una sola frase zanja la crítica de fondo a Iglesias por el 26-J y la advertencia a Podemos de cara a las autonómicas: “O se recupera el ideario de Nunca Máis y el 15-M y el discurso explícito de que somos un conjunto de naciones que queremos ejercer nuestra soberanía, aunque estemos dispuestos a articular el Estado español como casa común, o si no las cosas no va a ir bien”.

¿Tuvo un mal resultado Podemos?

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