De sueldos y alcaldes que no tienen vacaciones

En las últimas semanas estoy viendo que a menudo salen muchas críticas hacia el nuevo alcalde de Ferrol, así como también hacia la nueva estrenada corporación que ha salido en las urnas el pasado 26 de mayo. La primera de las críticas que salió a la luz, la que más veces se repite y se comenta en cualquiera de las conversaciones que uno tenga con un conocido o amigo: es la cuestionada intención de subirse los sueldos “pactada” con el PP. En este sentido, mucha gente comenta además que los nuevos concejales van a cobrar más que la corporación anterior y que se embolsaran unos 500 euros por pleno además de los 100 euros por cada junta de gobierno. Ante esto después de hacer varias comprobaciones es necesario resaltar que es un hecho que no se ha producido como tal. 

Los concejales continuarán ganando lo que ganaban en el mandato anterior y además no todos nuestros concejales meterán en su bolsillo los 500 euros por pleno al que acuden y los 100 euros por juntas de gobierno. Estas cantidades quedarán reservadas sólo a aquellos casos en los que los ediles no tengan dedicación alguna, esto es ni dedicación parcial ni dedicación total.

Es cierto y personalmente comprendo perfectamente que una subida de sueldos, aprobada por los propios ediles y tan pronto acaban de tomar posesión es algo que puede molestar a la ciudadanía, sobre todo cuando Ferrol aún sigue sufriendo las consecuencias de una fuerte crisis. En este sentido es necesario hacer un breve recordatorio en que la aprobación de salarios tiene que ser aprobada de manera obligatoria en el primer pleno de la legislatura: en el pleno de organización del Concello.
Sin embargo, no podemos quedarnos solamente en este hecho, que repito no se ha producido ya que los concejales seguirán con las mismas remuneraciones del mandato anterior. Debemos hacer crítica constructiva y pararnos a ir observando cómo se desarrollan los trabajos y obligaciones que la nueva corporación tiene que afrontar en los próximos 4 años. No obstante, las críticas cuando son constructivas deben de producirse, de hecho, es bueno para que los políticos reconsideren sus posiciones y puedan así tener el feedback oportuno para mejorar en el trabajo que han aceptado voluntariamente. 

En definitiva, es necesario hacer crítica constructiva cuando las cosas se hacen mal y sobre todo cuando se producen repetidamente mal o simplemente no hay un trabajo detrás y la ciudad se puede ver abocada a una parálisis. Atendiendo a esto, debemos pensar que la nueva corporación apenas lleva unos meses trabajando por levantar una ciudad con infinidad de problemas que hay que gestionar y que es necesario esperar para poder ver evidencias que nos indiquen si el trabajo desarrollado por Mato y su equipo es correcto y ayuda a mejorar nuestro querido Ferrol. 

Pero, desde mi humilde opinión creo que no sólo hay que hacer crítica, sino que también hay que ver la otra parte positiva y valorar aquellas cosas que se están haciendo bien, que hasta ahora como es comprensible no hubo tiempo material para poder ver cambios sustanciales.

Sin embargo, volviendo a retomar la reflexión inicial y el tema de las subidas de sueldos, que finalmente como hemos podido comprobar no se materializaron en mayores remuneraciones para los concejales de gobierno, es necesario que nos hagamos una pregunta: ¿y si la subida salarial es compensada con el rendimiento de nuestros responsables públicos? En ese caso creo que una subida salarial ligada a una mayor productividad de los políticos tendría sentido y por lo tanto una mayor justificación y comprensión por parte de los ciudadanos.

Partiendo de esta pregunta que propongo, me gustaría contestarla con una situación que viví el pasado domingo en nuestra ciudad. Casualmente, me encontraba paseando por el centro de Ferrol cuando a las 15:00 horas de la tarde me encuentro con nuestro alcalde, el señor Mato, saliendo del propio Concello de Ferrol. Nuestro alcalde salía un domingo de trabajar en temas que urgen para la ciudad a las 3 de la tarde. Ante esta situación, como podrán comprobar mi asombro fue importante, y acercándome a él mi pregunta fue inmediata: ¿Señor alcalde, sale  usted del Concello un domingo a las 15.00?. La respuesta del alcalde a mi pregunta fue tajante: “Ferrol necesita mucho trabajo, y el trabajo de alcalde no entiende de festivos. En estos 4 años trabajar por Ferrol no me va a permitir coger vacaciones”.

En definitiva, es cierto que mi visión puede que no sea imparcial de todo, entiendo que pudo haber equivocaciones en los primeros días de gobierno, pero quien no se equivoca. Tratemos de hacer una crítica constructiva y demos un margen a la nueva corporación, valoremos su trabajo en los próximos años. Nuestra ciudad más que nunca necesita trabajo y consenso político. Confiemos en que esta corporación pueda y vaya a conseguir un Ferrol mejor, y si en 4 años no nos convencen, en nuestras manos está auditar su trabajo renovándoles la confianza o retirándosela. Sinceramente, creo que de momento hay que dar margen de tiempo para poder tener evidencias suficientes para hacer valoraciones objetivas.

De sueldos y alcaldes que no tienen vacaciones

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