Un adiós revelador

EQUO Galicia es tan poca cosa que en aquellas soluciones habitacionales de 25 metros cuadrados que proponía la ministra de ZP María Antonia Trujillo cabrían todos sus militantes y aún tardarían días en verse unos a otros. Sin embargo, su marcha de En Marea, originariamente un espacio multicultural hispano-galaico y ahora sabe Dios qué, revela que en el partido instrumental hay unas fendas ben grandes. Equo aseguró que con su fuxida podría profundizar en el ecologismo y el ecofeminismo –¡qué cousas, Dios mío!–, pero denunció también la falta de transparencia y de horizontalidad –¿será lo mismo que la transversalidad o lo contrario?– en la formación. Casualmente el abandono de los equologistas se produjo al día siguiente de la elección como portavoz del exjuez y virtuoso de la gaita y la zanfoña Luís Villares que tanto enfadó a Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, y a Martiño “2.0” Noriega, ninguno de los cuales, por supuesto, pidió la baja; ni ellos, ni tampoco Iago Martínez. Con lo poco amigos que son los tres del consenso deben de estar...

Un adiós revelador

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