La victoria de Ana

Hemos tenido un verano plagado de éxitos deportivos femeninos. El deporte español está en una buena racha, en gran medida gracias a los excelentes resultados del deporte femenino. Ahora ya casi a las puertas del otoño, una joven murciana gana una nueva copa y –también– un lugar en la historia del motociclismo nacional. Hace cinco meses dijo que su sueño era ser campeona del mundo, esta semana ha dado un paso de gigante para conseguirlo. Ana Carrasco tiene 20 años y es la primera mujer en ganar una prueba del campeonato mundial de motociclismo de velocidad. Ya se pueden imaginar ustedes que no solo es la primera sino que además se cuentan con una sola mano las mujeres pilotos que han llegado tan siquiera a competir en estos asfaltos masculinos. 
Ana, a pesar de su juventud, lo tiene muy claro: “Es más difícil que un patrocinador crea en una mujer para ganar el Mundial a que crea que lo puede hacer un hombre”. Es posible que con este premio las cosas empiecen a cambiar.  Por ahora cada vez que hablo con alguna deportista la opinión es siempre la misma: no hay patrocinios suficientes .“Si nadie ayuda es muy difícil que una mujer llegue a competir” dice Ana. La pescadilla que se muerde la cola: sin dinero no hay competición; sin ella, no hay victoria ni publicidad para el patrocinador. 
Llevo varios días haciendo algo que no hago nunca: mirar las páginas deportivas de los periódicos y hojear los diarios especializados. Debo decir que encuentro muchas noticias sobre deportistas femeninas. Ahora bien, si hacemos la cuenta del volumen de información dedicada a hombres y a mujeres, ellos ganan por goleada. Es difícil que una mujer ocupe las portadas. Para conseguirlo el listón está muy alto. Hacen falta primeros puestos, medallas de oro. La victoria de Ana Carrasco tiene, además del mérito de ser campeona en un deporte eminentemente masculino, el de haber ganado en una categoría de hombres. Es la prueba fehaciente de que, al menos en el motociclismo, no existen diferencias entre las capacidades de unas y otros.
Imagino que en los boxes de Formula 1 también se estarán preparando para que llegue ese momento. ¿Cuándo veremos a una mujer compitiendo con Hamilton o Alonso en lugar de limitarse a ocupar escasos puestos en los stands…? Alguna ingeniera, pocas la verdad. Donde sí no faltan es a la hora de entregar los premios a los campeones. Allí están ellas, luciendo sus bellezas al repartir copas, ramos y besos a los ganadores.

La victoria de Ana

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