Quizá influenciado, creo yo, por la brutal salvajada de cinco cabrones contra una chica, a la que agredieron sexualmente once veces por cuanto orificio corporal consideraron oportuno, va el Méndez de Vigo y dijo: “Hay que adecuar las leyes a la nueva realidad social”. Mira neno: Desde que el jefe dictó a Moisés los diez mandamientos con aquello de “No desearás a la mujer de tu prójimo, y no comerás actos impuros” sin entrar en más detalles, sabía de qué iba la cosa. Luego vinieron expertos juristas y complicaron la cosa con detalles. ¿Y ahora vienes tú, a hablar de la “Nueva realidad social” (echando un capote al reprobado, Catalá, al que no quieren jueces, fiscales, ni dios), como si lo de la jodienda no tiene enmienda fuera cosa de ahora? Pues neno, te hago esta sugerencia: Contra los violadores debería aplicarse castración psíquica y química; y si fuera necesario, física. Es decir: cortarles las pelotas con un ladrillo y una pizarra. Y a otra cosa, sin tanto detalle ni hostias.