JAUME Matas, que fue ministro de Medio Ambiente con Aznar y presidente del Gobierno balear, tendrá que sentarse de nuevo en el banquillo de los acusados. El juez Castro, el implacable perseguidor de Urdangarin and wife, ha decidido procesarlo por blanqueo en relación con su palacete de Palma. No, no es que Matas haya encalado las paredes del inmueble –cada uno tiene sus gustos y sería muy libre de hacerlo–, sino que, al parecer, lo compró y acondicionó con dinero negro. Por lo que se ve, la cosa va más allá del feísmo.