El amor vuelve al deportivismo

La pasión es lo que tiene, que es voluble. Y lo que ayer eran diferencias irreconciliables hoy son amores profundos. Al menos hasta la próxima crisis. A la afición del Deportivo solo le hacía falta una victoria para pasar del “que se vayan todos” al “sí se puede”. Celebrar los tres puntos de la última jornada de la primera vuelta liguera como si fuese el pase a la final de la Champions da pistas de la tensión acumulada que tenía que liberarse para que las cosas volviesen a su cauce. Esperemos que la luna de miel dure más que el parón navideño.

El amor vuelve al deportivismo

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