Algo debe estar cambiando en la mentalidad de los gallegos. Hasta no hace mucho, esta comunidad era muy reacia a la donación de órganos de los fallecidos. Es posible que fuera debido a la extraña relación con la muerte que siempre ha habido por estos pagos, pero, lo que es evidente es que algo se ha modificado en nuestra estructura mental y, desde luego, ha sido algo muy positivo. El hospital coruñés, uno de los seis más trasplantadores de España, ha visto como en apenas cuatro años, las negativas familiares a donar los órganos de su ser querido fallecido han pasado del 28% de antaño al 2% actual. Es precisamente esta tendencia la que ha permitido, un año más, que se superen todos los records de intervenciones registrados hasta el momento.