Despedía el jueves esta tribuna anunciando que hoy hablaríamos de los otros (Mareas, PSOE, BNG, C’s) protagonistas principales del 25-S, pero, por diversas circunstancias, es obligado volver a los hunos (así, con hache, que ustedes entienden) para poder complementar el paisaje que tenemos y lo que nos espera: “El PSOE gallego se fractura tras el 25-S ” era el resumen más recurrente el día después y que incendió las redacciones de todo el país… y así están las cosas, aunque en el fondo es otro capítulo más de la lucha iniciada hace años con virajes y acciones condenadas por la justicia y los votantes.
Las mareas, analizaron los medios, pierden apoyo en dos de las tres ciudades que gobiernan, lo que es cierto pero no es menos verdad que en las anteriores convocatorias estaba muy presente Podemos, en esta ocasión difuminada lo que merece una reflexión para representantes y militantes.
El llamado “sorprasso” es muy elocuente, pero deja dudas sobre el futuro más próximo cuando se enfrente al reto de dotarse de una dirección al margen de los partidos (Podemos, claramente) o si, como apuntan en Valencia y Cataluña , apuestan por crear nuevos partidos de izquierdas… la reflexión no es baladí y puede acabar en un pan como unas yoyas o confirmar la unión y sumar más.
El BNG resistió y es una buena noticia para Galicia (para los nacionalistas y para los que no), pues su presencia en las instituciones son –con sus fallos y sus sombras– una garantía de fidelidad a la tierra. C’s recibió lo sembrado: desde su “veto” al AVE hasta su lectura de la España plural, recibió en las urnas una respuesta clara.
Ya saben que los hunos unificaron todas las tribus afines y arrasaron. Ahí tienen a Baltar, que “abrasa” pese a su currículum y de nuevo se convierte en el granero más fiel del partido, que nos deja a la población con una de las rentas más bajas, al igual que los salarios, más de setecientos mil gallegos en riesgo de pobreza y una denuncia ante el fiscal de la plataforma gallega por el derecho al aborto, por los recortes en la sanidad pública en el Materno y en el Arquitecto Marcide que deja a muchas mujeres sin atención profesional, sin ayudas, como denunció hace días Consuelo Bautista en su prestigiosa tribuna de la cadena SER. Y aquí andamos: por una banda los hunos y al otro lado, los otros. Y nosotros en medio.