Los gallegos somos de memoria frágil. Tantos años con la coña de Galifornia y el veroño, que nos creimos que el calentamiento global había retrasado ya para siempre las lluvias hasta, por lo menos, el mes de enero. Y, este año, todo aquello se nos vino abajo y estamos de nuevo a punto de que nos salgan branquias, como a Kevin Costner en aquella película infame que era un remake de Mad Max, pero en acuático. Llueve, llueve y llueve. No para y resulta que el Ayuntamiento de A Coruña decidió ponerse a construir una rotonda al lado de El Corte Inglés y el centro comercial Cuatro Caminos en estas fechas, provocando un importante caos de tráfico. La cuestión es que como llueve (estamos en noviembre) no se puede asfaltar la zona y las compras de Navidad van a llegar con el trabajo sin acabar, el tráfico medio cortado y las vallas en medio de la carreteras. Vamos, que si habitualmente el tráfico en esa área es caótico, se espera algo todavía peor. A no ser, claro está, que salga el sol.