ANDAN revueltos los jerifaltes de la Universidad de A Coruña. Los opositores acusan al rector de cometer varias irregularidades con el rimbombantemente denominado Plan de Racionalización de la UDC y pronostican que habrá unos veinte despidos. Julio Abalde niega cualquier enjuague extraño –¡solo faltaría!–, desmiente que se trate de una represalia contra los contestatarios y asegura que no se pondrá en la calle a nadie. Más que profesores, parecen políticos.