Por fin, hay acuerdo a tres bandas entre Ferrol, Narón y Xunta para la gestión del saneamiento, una buena noticia para el medio ambiente, para los ciudadanos en general y para el sector marisquero en particular, ya que fue asombroso el deterioro de la Ría en una sola generación, tanto por los rellenos industriales que modificaron su espacio físico como por los vertidos que provocaron la pérdida de calidad de las aguas y los fondos marinos. 
Van invertidos muchos millones en ambos márgenes de la Ría y atrás quedan años de discusiones políticas, técnicas y presupuestarias, desde la discusión por el emplazamiento de la EDAR, en O Vispón o Prioriño, hasta las críticas vertidas por diversos colectivos ciudadanos a la red de tanques de tormenta, pero, afortunadamente, hoy están a punto de culminarse las obras  para empezar a depurar.
También, queda atrás la vergonzante actuación del PP en la gestión del ciclo del agua, tanto de Juncal como de Rey. Desde la decisión de hacer asumir a Emafesa los créditos de los diez millones y medio de euros del plan de inversiones del contrato de creación de esta empresa mixta municipal, pasando por la prórroga encubierta de la concesión a SOCAMEX de treinta a cincuenta años hasta la decisión de asumir las gestión del saneamiento sin contar con Narón en un proyecto claramente supramunicipal, cobrando a una parte de los vecinos de Ferrol una tasa por un servicio inexistente y antes de la recepción de las obras. 
Afortunadamente, el cambio de gobierno municipal dejó a la luz los defectos constructivos que corrigió el contratista en vez de soportarlo los vecinos, algo inadmisible.
Quedan inversiones importantes. Una inmediata, la depuración de la cuenca del río da Sardiña que culminará todo el sistema de saneamiento en el interior de la Ría. 
Y otra más mediata, el saneamiento del rural, aunque para ello debe decidirse previamente entre un sistema centralizado en la EDAR de Prioriño u otro de minidepuradoras ubicadas en la costa ferrolana. Si continúa el consenso institucional, será menos difícil tomar la decisión adecuada para la protección del medio ambiente.
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