I have a dream

Cincuenta años desde que Martin Luther King tuvo un sueño. Un sueño de libertad e igualdad para la gente de color en los Estados Unidos, en realidad en todo el mundo. Un sueño hecho realidad en parte, pero inalcanzado en su mayoría. Un sueño que hoy siguen teniendo millones de mujeres en todo el mundo, especialmente en el mundo árabe, millones de semiesclavos en Asia y América Latina, sobreexplotados por un capitalismo despiadado e insaciable. Un sueño al que aspiran millones de seres humanos que no llegan a disponer de los recursos básicos para sobrevivir en África, o para millones de europeos jóvenes o viejos que se levantan cada día sin perspectivas de encontrar un empleo y proyectar un futuro para sus vidas. Un sueño para los millones de personas que sufren guerras crueles, crímenes atroces. Martin Luther King volvería a hacer el mismo discurso 50 años después, seguro, porque aún queda mucho por soñar. Así que ya lo saben, no se vayan a dormir. Sueñen.

 

I have a dream

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