Las cifras, y el relato gubernamental que las sustenta, tienen su “enves”, la cara y la cruz. Las luces y las sombras.
Es natural que desde el gobierno, cuando la estadística apaña sus éxitos, saquen pecho y nos repitan la misma canción. Nos suena la letra pero “rechina” la música.
Los titulares de los medios que sostienen a Mariano y su política, suelen esconder algunos datos que son reveladores del presente y pintan muy negro para el futuro. Por ejemplo: la mitad de los parados no tienen ninguna ayuda. Perdieron los subsidios. El empleo es precario y barato. Y la pregunta es ¿con salarios de seiscientos, ochocientos euros, que tienen u horizonte de uno o dos meses, quien consume?
La estacionalidad, antes lo gritaba desde las esquinas de la oposición el gobierno de Rajoy, es un mal endémico en sectores como el turismo que, por una serie de cuestiones externas y sobre todo, por los precios que se apoyan en los salarios bajos y se ayudan con los conflictos en otros países con mar y sol, fijan esas cifras de record que tanto beneficia a la economía pero poco a la ciudadanía…
El drama tiene nombre y apellidos: más de un millón doscientos mil trabajadores llevan más de cuatro años en paro sin ningún futuro…
Pero el repaso de otras cifras (¡con la llegada del verano se perdieron noventa mil puestos de trabajo en el sector de la educación!) dejan con “el culo al aire” las políticas del gobierno, apurado ahora con el horizonte de las elecciones a la vuelta de “tres lunas”..
Y, hablando de cifras, hau que tener en cuenta que los presupuestos presentados para la próxima legislatura, ven reducida la partida dedicada a los gastos sociales (a la llegada del PP era del 58% y ahora bajan cinco puntos) y que, la troika obliga a España – y el presidente dijo amén – a recortar un 5% continuando la linea del “austericidio…”
Y no olviden el otro gran asunto de nuestra economía: los ingresos. Según los técnicos, que no le hacen la ola al Gobierno, la reforma anunciada frena el repunte de la recaudación. Los grandes grupos tributan por el 6% del beneficio mientras el resto lo hace por un 15% y el dato desgarrador que pone en evidencia a este gobierno y a la supuesta recuperación: los trabajadores, los asalariados, ingresan más euros en el caja común, vía impuestos, que los empresarios.