UNA cosa es ser laico y otra muy distinta ser un dejado. La cuestión es que la procesión del Rosario se pudo celebrar gracias a la buena voluntad de unos cuantos, ya que el Ayuntamiento no había previsto que el recorrido por María Pita coincidía con la salida del Rallye Rías Altas. No estaría de más que algún responsable municipal se preocupara por saber lo que sucede cada día en las calles de esa ciudad que dicen gobernar.