La Policía belga dice que dio a la española información del imán. El ministro de Interior español dice que no. Alguien miente. Los Mossos no dejaron “sitio” a la Policía ni la Guardia Civil, dicen dos sindicatos de esos cuerpos. Los Mossos dicen que hubo colaboración. Alguien miente. El Portavoz del Gobierno dice: “Estoy orgulloso de ser español”. Ya; y los africanos, polacos, franceses, y otros, lo están de lo suyo. Eran –y son los que quedan– jóvenes; pero no eran unos angelitos. Querían matar y lo hicieron. Nadie lo duda. Nadie sabía en España nada del imán de los cojones. Un pájaro de cuenta sin jaula. Y de los doce apóstoles de Alá, el Misericordioso, tampoco.
El nivel cuatro es una puta mierda. Quizá fuera algo bueno que pudiéramos portar armas, y protegernos nosotros mismos. Parece que Puigdemont acertó con el cambio de Mayor de los Mossos d’Esquadra. Aparenta tenerlos bien puestos. Independientemente hablando, se verá el 1-O.