Destino vacacional gallego por excelencia, Sanxenxo fue el primer municipio en anunciar la parcelación de sus playas este verano y el sistema de control no solo de acceso sino de cumplimiento de la distancia interpersonal. Ahora da un paso más y utiliza drones para vigilar que el aforo en los arenales es el adecuado y que se cumplen las normas. La Policía Local es la encargada de hacer que los aparatos sobrevuelen las playas e informen en tiempo real de la ocupación exacta y de la separación entre bañistas. Estos datos se pueden consultar en la web municipal para decidir dónde ir a poner la toalla y no encontrarse al llegar con la desagradable sorpresa de que no queda sitio libre. Eso sí, lo de recordar a los visitantes las medidas sanitarias sigue siendo cosa de humanos.