Y todo sigue igual

Ya le puso música Julio Iglesias con aquello de “unos ríen otros llorarán” y que un servidor aprovechará para ponerle letra a la actualidad política que nos rodea. Y es que si antes contábamos con tres derechas ahora ya tenemos tres izquierdas. A saber: la más escorada al centro –pongamos que el PSOE– la izquierda moderada –Más País– y cerrando el círculo  centrada ¿? en lo que siempre se entendió por la izquierda clásica. 

Y es que los socialistas dirigidos por Sánchez ya no repiten aquello de “somos la izquierda”, tras sus llamadas insistentes a pactar y/o colaborar con la derecha de una manera tan torpe y abrupta que revuelve en su tumba al fundador, e incluso sorprende a Felipe, quien ya dio el primer pasito hacia el centro izquierda. Y, ahora, Sánchez da otra vuelta de tuerca: son la izquierda de Gobierno y destaca su centralidad.  Errejón, la nueva izquierda acomplejada, que diría Abascal desde la derecha-derecha, ya anuncia que los moderados de Sánchez pueden contar con ellos. 

Arrimados, aún más a una esquina, se quedan Unidas Podemos que se ahoga en las mareas, confluencias, comuneros, etc., por un lado, y, por otro, enfrentado los llamados poderes económicos. No se puede asaltar el cielo y es una utopía ir a la guerra contra tan poderosos enemigos: las cloacas policiales, el gran capital, ese conglomerado que se resumen en “los que mandan” y a los que nadie elige. 

Hubo un tiempo, escribía Alonso Montero, en que el “sí se puede” era la esperanza de jóvenes, parados, jubilados, en lo que de verdad es  lo que es “la España que madruga”, pero entre las prisas, los  errores, las traiciones y su desbarajuste estructural, le hicieron perder pie, justo al llegar a la playa. 

Y ahí tenemos, en el nuevo escenario, a los que vienen y a los de siempre. De estos conocemos su historia, sus obras. De la nueva estrella nos cuenta Daniel Gascón: damos por supuesto que Errejón es brillante (la prensa, añade, tiene mucha culpa) y se le conceden parte de los éxitos de Podemos, pero ninguno de sus fracasos. 

Se olvida su defensa férrea de Chávez y Maduro. Son, dijo,  “líderes de una transformación socialista  inequívocamente democrática”. Bendita hemeroteca. Cambian la letra con la misma música. Repasemos lo que prometen hoy recordando lo que dijeron, pero dejaron sin hacer. Todo sigue igual, pero se puede cambiar. Y ¿si empezamos por Galicia? Pero de eso hablaremos otro día.

Y todo sigue igual

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